DISFUNCIÓN GENERAL DE LA MODULACIÓN SENSORIAL



Como bien sabemos no todos los niños son iguales, sin embargo, en ocasiones podemos ver a niños con unas pautas de comportamiento muy diferentes al resto.
En las aulas podemos ver niños que tienen reacciones desmesuradas a estímulos que por lo general son muy “normales”. Un ejemplo de esto son aquellos niños que no se les puede tocar ni con un dedo porque estallan a la mínima, ante estos niños los profesores se quejan, les castigan… las notas de estos niños bajan y les resulta imposible concentrarse en clase.
Establecer un diagnóstico en estos niños es muy complicado, muchas veces se confunde con hiperactividad, TEA, déficit de atención… En la gran mayoría de los casos los padres y algunos profesionales saben que el diagnóstico de su hijo no es ese, pero es muy difícil explicar que el problema de su hijo no es conductual, sino que es sensorial.
Y os preguntareis… ¿Qué es la integración sensorial? Se puede definir integración sensorial como “el proceso neurobiológico que ordena las sensaciones que vienen tanto del mundo exterior como del interior de la persona, en el sistema nervioso para que podamos generar respuestas adaptativas”. Las sensaciones llegan a nuestro sistema nervioso a través de los siete sentidos. Sí, siete habéis leído bien. A los cinco sentidos que todos conocemos (tacto, gusto, oído, vista y olfato) se le suman la propiocepción y el vestibular.
Cuando hablamos de la modulación sensorial, de estos siete sentidos, el tacto, el vestibular y la propiocepción toman gran relevancia.
La disfunción de modulación generalizada es un cuadro cínico que altera la integración sensorial del individuo, generalmente en el sentido del tacto, la propiocepción y el vestibular. A continuación, pasamos a explicar en que consiste la disfunción de estos sentidos:
-        TACTO: Este sentido nos ayuda a defendernos cuando sentimos dolor y a calmarnos cuando alguien nos abraza. La piel es el límite de nuestro cuerpo y muchos pequeños no tienen desarrollado estos límites, lo que hace que tengan comportamientos diferentes ante estímulos aparentemente normales. El tacto es fundamental para una buena constitución del esquema corporal, además nos ayuda a movernos y a sentirnos a gusto con nuestro cuerpo.
Los niños que tienen disfunción sensorial en el sentido del tacto la gran mayoría de las veces buscan el contacto físico mediante los golpes, empujones… esto es debido a que no saben dónde termina su cuerpo y dónde comienza el otro y su forma de experimentarlo y/o descubrirlo es así.
-       PROPIOACEPCIÓN: Este sentido es el encargado de dar información al sistema nervioso central sobre la posición de nuestro cuerpo. La propiocepción es fundamental para la motricidad en general, para mantener la postura y saber cómo hay que moverse. Si no tuviéramos propiocepción el simple hecho de coger una bola de una bola llena de objetos nos resultaría imposible porque sentiríamos los objetos que hay dentro de la bolsa, pero no tendríamos la capacidad de mover los dedos para coger la bola.
-       VESTIBULAR: éste esta situado en el oído interno y es el encargado de mandar información al celebro cuando nos movemos. Éste ayuda a coordinar los dos lados del cuerpo y a estabilizar el equilibrio. El movimiento lento y rítmico nos calma (como cuando aneamos a un bebe para que se calme).
Así bien, los niños que tienen desajuste sensorial tienen “rota” la aguja que regula la cantidad de información que llega al sistema nervioso central. La información que nos llega a través de los sentidos nos les llega ordenada, lo que les causa mucha frustración.
Pongamos un ejemplo, imaginaros que sois sensibles al tacto. Que os molestan las etiquetas, la tela de la ropa os pica y os da mucha gripa ponernos ciertos tejidos. Teniendo en cuenta eso, si llevarais puesto un jersey que os produce picores ¿Estaríais atentos en una reunión de trabajo? ¿os podríais concentrar en vuestras tareas?
NO, ¿VERDAD? Probablemente os quitarías ese jersey rápidamente y no os lo pondrías otra vez. Esto esta claro porque somos adultos y un adulto decide que ropa ponerse y cual no.
¿Y los niños? Hay muchos niños sensibles al tacto que pasan seis horas en el colegio intentando concentrarse mientras su ropa les pica y les causa molestia. Obviamente el niño no va ser capaz de concentrarse en lo que el profesor le esta contando porque es hipersensible al tacto y su ropa le pica, y eso es molesto.
¿Cómo podemos ayudar a estos niños?
El primer paso es ENTENDER EL PROBELMA DE MODULACIÓN SENSORIAL, comprender que es algo que los pequeños no pueden controlar, por ello los castigos no funcionan.
Es importante evitar que el pequeño se desorganice sensorialmente ¿Cómo? La mejor opción es lo que todos conocemos como “abrazo de oso”, mantener la calma, respirar, contar asta diez… y sobre todo confiar en ellos.
Realizar un buen trabajo emocional también es muy importante. Realizar juegos y/o actividades en las que ellos se sientan bien y no desbordados.
Cabe destacar que existen terapias sensoriales para trabajar estos aspectos a los que podemos acudir para confirmar que nos encontramos ante un trastorno de modulación sensorial. Y si es así para un óptimo tratamiento.

¡Si después de leer este post queréis más información sobre el tema, hacérmelo saber en los comentarios o por e-mail! Estaré encantada de escribir más sobre este tema.

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