RABIETAS ¿Qué son?¿porqué se producen? ¿Cómo gestionarlas de forma respetuosa?

¿Es posible atajar una rabieta y/o enfado de un modo firme y respetuoso? Antes de adentrarnos en la resolución de rabietas de manera respetuosa, vamos a definir qué es una rabieta y porque suceden la mayoría de las veces.

¿Qué son las rabietas? Llamamos rabieta a la conducta de gritos, pataleas, llantos y movimientos incontrolados que suele darse en los niños entre los 18 meses y los tres años, aunque pueden durar hasta los 5 o 6 años, como respuesta a una necesidad que está sin cubrir.

Es necesario tener en cuenta que ES UN PROCESO NORMAL QUE TODOS LOS NIÑOS TIENEN QUE PASAR PARA EN SU PROCESO DE DESARROLLO.

¿Qué puede causar una rabieta?  A los dos años son muy comunes, ya que los niños de esta edad están descubriendo el mundo y su autonomía personal, quieren ser duelos completos de sus actos y se reafirman de esta manera.

Además de éste existen más motivos por los que se produce esta conducta. Por ejemplo:

-       No toleran bien una fuente de control externa (a él).

-       Se debaten entre la dependencia y la independencia.

-       Quieren controlar a sus padres.

-       No consiguen lo que quieren.

Algunas causas de las rabietas infantiles Existen muchos motivos por los qué se produce esta conducta en los más pequeños. A continuación, vamos a exponer los cinco motivos más comunes por las que suceden.
Querer algo que no tiene: A esta edad no tienen paciencia para esperar, por lo que necesitan que se les de lo que quiere y cuanto antes mejor. Deben aprender a esperar y a aceptar que no pueden tener todo lo que quieren.
Celos: Necesitan que sus figuras de apego estén disponibles para él y con la aparición de un hermano o hermana pueden surgir celos. Estos celos generalmente se manifiestan en forma de rabieta.
Llamar la atención: A veces surgen porque solamente necesitan cubrir la necesidad de sentirse atendidos.
Intentar probar su independencia: Cuando intentan hacer algo y no les sale se frustran y su manera de expresarlo, debido a que no tienen otras herramientas, es mediante las rabietas.
Frustración interna: No tienen herramientas para gestionar sus emociones cuando le ocurre algo que no tiene planeado o algo no le sale cuando quiere. Ante la incapacidad de gestionar sus emociones expresan su frustración mediante las rabietas.

¿Cómo gestionar las rabietas de un modo respetuoso?
Lo primero que debemos tener en cuenta ante una rabieta es que éstas son algo normal que ocurre en el desarrollo de los más pequeños, por lo que TODOS LOS NIÑOS PASAN POR LA ETAPA DE LAS RABIETAS.

Las rabietas no sólo tienen un aspecto negativo, sino que también tienen cosas buenas. Estas son señal de maduración y los niños que están en proceso de forjar su personalidad.

Las rabietas son el momento idóneo para trabajar la gestión de emociones como la rabia, el enfado, la ira, la frustración…

La rabieta es producto de una emoción que absorbe toda su energía y hace que el comportamiento del niño se distorsione. Por este motivo dar un sermón o intentar razonar con un niño en plena rabieta no va a servir para nada. Por este motivo os daré tres pasos fundamentales para acompañar a un niño durante su rabieta desde la disciplina positiva.

1.    Identificar el origen del comportamiento.

Cuando la rabieta se dé por un estímulo (por ejemplo, porque quieren comprarse una caja de chuches en el supermercado) tendremos que intentar quitar al pequeño con suavidad de ese estímulo. De este modo ayudaremos a que se calme (si no ve las chuches el deseo de comerlas irá disminuyendo)

2.    Contacto físico

Abrazar, tocar, acariciar…  el contacto físico hace que el niño se calme, ya que, éste genera hormonas como la oxitocina (encargada de relajar los músculos del cuerpo). Es importante que antes de dar un abrazo al niño le preguntemos si lo necesita, ya que hay niños que en esos momentos no les gusta que les toquen.

Además, es importante permitir a los niños que expresen sus emociones de manera positiva. Si les reñimos por expresar una emoción que nosotros creemos como negativa (rabia, enfado.) se verán cohibidos y creerán que es expresar sus emociones es algo malo.

3.    Acompañar

Tan solo estar ahí y que el niño lo sepa. Es muy importante que los pequeños sepan que pase lo que pase y se sientan como se sienta estamos ahí dispuestos a escucharlos y a no reñirles.

¿Qué podemos hacer para prevenir las rabietas? Aunque las rabietas son un proceso normal en el desarrollo de los más pequeños, hay cosas que podemos hacer para prevenirlas. Cabe destacar que hacer esto no hace desaparecer las rabietas, sino que puede (o no) prevenirlas.

1. 1.    Es necesario que el niño duerma las horas que necesita. Si están cansados son más irritables.
2. 2.    Asegurarnos que no tengan mucha hambre o sed, ya que esto provoca estado de mal estar.
3. 3.    Cuando vemos que puede surgir una rabieta, antes de que se dé, distraer al niño con otra cosa.
4. 4.    Evitar usar la palabra NO cuando tengamos que negarle algo.

Recomendaciones Existen muchos artículos y libros que tratan este tema. Quiero dejaros un video muy corto que, a mi entender, explica muy bien el tema de este blog.

También quiero recomendaros el libro de “Ni rabietas ni conflictos” de Rosa Jové en el cual se explica de una manera más extensa este tema.

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